jueves, 4 de febrero de 2010

Seis.

Como si me contara un cuentito y me lo explicara a la vez.
De aquél tiempo hasta hoy.

Lejos, muy lejos es donde quiero estar. Agónica presencia de quien no sabe ser. Lo que sufro hoy, lo sufri ayer. Pero mañana, mañana no sera lo mismo...
Enredada en los asuntos del tiempo, viaje al pasado un dia y me quede una vida. De regreso al ahora, al esperado momento, soy la asesina de mis tontos sueños. Destruir lo que amo es cien veces mas amor, que proteger lo que uno sabe nacio muerto.
Busco quien me odie, por que al conseguir que me quiera solamente un poco, siento que valgo algo. Miserias de un alma que ya no es alma. Mutación del dolor. Metamorfosis de mi sombra.
Soy lo que ves, eterna desilusión. Dormida hasta que todo sea nada. Hasta que nada sea lo que salve...

Como, cuando el cuento termina y una quiere seguir escuchandolo. Que el final no sea el final. Esperando a que la última página sea eterna.
A veces hay que despertar y otras veces una no debio haberse dormido nunca.

-¿Qué debí haber hecho yo? ¿Que tengo que hacer?-Mirando a mi alrededor por primera vez, extraña sensación y un sabor a penas en la boca- ¿Estás?

El silencio brota de la noche. O la noche brota del silencio. Cualquiera sea el caso. Hay aquí, silencio y noche.
Creo que tengo hambre. Es una sensación vaga, como recordar algo que no tiene mucha importancia y aún asi una lo recuerda. Es un hambre ajeno. De otro estomago y en otro estomago en este momento hay dolor, espasmos. Un estomago hambriento reclama ser alimentado. Yo solo creo tener hambre.
Hoy estoy completamente sola...